El fotógrafo alemán Horst Faas, ganador de dos premios Pulitzer, mítico reportero en Vietnam para la agencia Associated Press entre 1962 y 1974, ha fallecido a los 79 años dejando como legado no solo un puñado de fotos de una crudeza devastadora; sino también una forma de mirar la guerra que cambió para siempre el fotoperiodismo.
Sin el trabajo de Faas como editor de AP, dos de las imágenes más importantes del conflicto, que ayudaron a cambiar la visión que se tenía en EE UU de lo que ocurría en Indochina, seguramente no hubiesen visto la luz: la imagen captada por Eddie Adams en la que un general survietnamita le pegaba un tiro en la sien a un prisionero del Vietcong y la niña de la carretera número uno, corriendo desnuda y abrasada por el Napalm, tomada por Nick Ut. Las dos instantáneas lograron el Pulitzer.
“Tenía un talento excepcional detrás de la cámara, pero también para editar el trabajo de otros”, ha escrito sobre él Santiago Lyon, jefe de fotografía de AP, agencia en la que se jubiló en 1976 como editor para Europa. Perteneció a una generación única de reporteros que crecieron profesionalmente en las selvas de Vietnam, nombres como Larry Burrows, Don McCullin, Philip Jones Griffiths o nuestro Manu Leguineche. “El periodismo convencional no puede servir para cubrir esta guerra de la misma forma que un Ejército convencional no puede ganarla”, escribió Michael Herr en sus Despachos. Su trabajo no pudo frenar el horror, pero al menos lo hizo visible.
Fuente: El País.