LA VIDA POR LA FOTOGRAFÍA

Hay personas que dedican toda su vida a la fotografía. Desgraciadamente, hoy tenemos que lamentarlo en un sentido literal: dos periodistas han muerto esta mañana en la ciudad siria de Homs por los bombardeos del régimen de Bachar al Asad contra el barrio de Baba Amro: la reportera estadounidense Marie Colvin (una de las corresponsales de guerra más importantes de los últimos años) y el fotógrafo francés Rémi Ochlik

Ochlik fundó su propia agencia de fotografía en 2005. Había trabajado en Haití, la República del Congo y durante todo el año pasado siguió los avances de la Primavera Árabe en Túnez, Egipto y Libia. Todo, pese a tener menos de 30 años (nació en 1983), lo que llevó en enero de este año al diario Les Echos a dedicarle un reportaje por su trabajo. En febrero recibió el primer premio World Press Photo en la categoría General News con la foto de Libia que ilustra el artículo.

"A los 20 años, no se tienen ganas de morir. Uno daría todo por estar lejos, muy lejos, y no haber venido nunca", aseguraba el fotógrafo al regresar de su primer reportaje en Haití. Pero, una vez superado el peligro, "sólo tenemos una necesidad, una idea fija: volver, siempre volver". "La guerra es peor que una droga", añadía Ochlik, cuando tenía 20 años. Sus fotos, tan terribles como humanas, fueron publicadas en Paris Match, Time magazine y en el Wall Street Journal, entre otros medios.