
Esta no es más que una de las reflexiones que nos ofrece este fotógrafo americano afincado en Barcelona que en plena era digital sigue trabajando solamente con película fotoquímica (y en su mayor parte, de blanco y negro), ya que según cuenta, "disfruto de la parte táctil de hacer algo con mis manos".
Compartamos o no su postura, estaría bien pararse a pensar si a veces no estamos tan obsesionados con la perfección técnica que nos olvidamos de que la emoción y la fuerza expresiva deben ir más allá de una imagen enfocada o "correctamente" compuesta. O si está hecha con película, sensor o retocada por Photoshop...
En cualquier caso, como él afirma, "al final lo que resulta importante es el poder de la imagen para comunicar, no la técnica que uses para conseguirlo".
Aquí está su propuesta.
Fuente: José Ángel González en www.20minutos.es